Si en el artículo anterior te animábamos a reflexionar sobre aquellos perfiles sin experiencia a la hora de seleccionar personal para tu farmacia y los beneficios que estos puedes reportar a la misma (enlace); ahora -como adelantábamos-, es el turno de hablar de los candidatos veteranos en el sector, los denominados perfiles sénior: aquellos que ya tienen bastante experiencia en la oficina de farmacia y saben de sobra manejarse y cómo hacer las cosas.
Sin hacer necesariamente alusión directa a la edad, cómo refiere la expresión “old, but gold”, los candidatos sénior brillan por su madurez laboral, dilatada experiencia y amplio desarrollo en el sector de la oficina de farmacia; lo que les confiere una visión más global del trabajo.
¿Qué aportan positivamente a nuestra oficina de farmacia?
Al llevar años de recorrido en el mundo de la oficina de farmacia, estos candidatos tienen más seguridad en el propio desempeño y en la toma de decisiones; lo que se traduce en más facilidad y fluidez al realizar todas las funciones de la farmacia así como un mayor bagaje en el aspecto más enfocado en la atención al público: el trato con el paciente, el consejo farmacéutico y la propia venta cruzada.
La veteranía a la que nos referimos, les permite anticipar y afrontar situaciones complejas o poco frecuentes en mayor grado que aquellas personas con menos experiencia, gracias a haber estado en ocasiones similares anteriormente.
En este sentido, son profesionales que gracias a esa sólida experiencia pueden ocupar cargos de responsabilidad en la farmacia.
Además, no solo por la experiencia, sino que por la edad o etapa vital más avanzada en la que se encuentran transmiten un nivel mayor de madurez personal; especialmente en la gestión de situaciones con los demás compañeros. Pueden ser un punto de apoyo en el propio equipo e incluso pueden echar un cable al titular en cuanto a la formación de los menos expertos, dándole a éste más libertad para gestionar otros aspectos de la farmacia.
Por un lado, si se está pensando en realizar un contrato de forma temporal o puntual (por ejemplo, para una sustitución por una baja o unas vacaciones) estos perfiles son los adecuados: la soltura y la seguridad a la que nos referimos facilita la rápida incorporación a nuevos entornos de trabajo ya que no requerirán del tiempo de aprendizaje que necesitan otros perfiles sin tanto rodaje.
Por otro lado, si lo que se está buscando es una persona en el largo plazo y que esté en la farmacia con vistas más duraderas, estos candidatos suelen ser perfiles que buscan sobre todo una estabilidad laboral y que no tienen las mismas “buenas ansias” que los más junior de buscar retos nuevos en otros sitios diferentes. Especialmente dedicadas a la farmacia y a demostrar su valía pueden ser los perfiles de aquellas personas que se hayan quedado sin trabajo ya a cierta edad y que, justamente por esta características de la edad, encuentran dificultades para encajar de nuevo en un proyecto ilusionante.
Estas personas, precisamente por su madurez profesional y las responsabilidades personales que pueden tener, suelen dar la confianza de estar dispuestas a trabajar en un puesto de responsabilidad, seriedad y con compromiso a largo plazo.
¿En qué debemos fijarnos?
Las entrevistas que realizamos con estos perfiles son más exhaustivas y solemos tener en cuenta aspectos como los que mencionamos a continuación:
¿Quién dijo que la edad importa? Ni senior ni junior ni de medio lado: lo fundamental en un candidato son las ganas que tenga para integrarse en la oficina de farmacia concreta en la que trabajará y en sus modos y costumbres.
-Felices años de trabajo a todos-