¿Cómo tener una farmacia en la cubre del éxito o, al menos, en el camino a la misma?
Ahora que en Enero nos llegan a todos los buenos deseos por cambiar los hábitos que del aviejado año queremos modificar, sería interesante salir de los típicos (aunque nada despreciables) deportes o idiomas y centrarse, como titulares/gestores de una farmacia, en dar un paso más allá tratando de llevar nuestra botica al éxito.
Aunque, desde luego, no existe una fórmula matemática exacta que imbatible luche para lograr la ansiada farmacia de éxito, hay algunas ideas generales que pueden ayudar. Lo bueno de estas ideas, de las que os dejamos un resumen a continuación, es que pueden ser adaptables tanto a farmacias pequeñas que quieren comenzar ese desarrollo del negocio hacia el éxito como a las ya más consolidadas en el mismo, que lo que pretenden es mantenerlo.
1. El primero y más obvio punto a revisar es ¿dónde estoy y dónde quiero llegar? Lo primero que nos tiene que traer este recién estrenado 2018 son ganas de salir de la recurrente “zona de confort” para empezar a ver y descubrir cosas nuevas, con la incomodidad -pero también satisfacción a éxito- que ello conlleva. Piensa qué quieres ser y posiciónate para lograrlo.
2. Observa lo que hace tu competencia (a la que te quieres parecer) y copia su modelo de éxito. Piensa qué debes acoplar a tus recursos y cómo, pero no te olvides de que ya hay modelos de triunfo como el tuyo y que te pueden servir de inspiración. Aprovecha tu entorno.
3. Enfoca tu esfuerzo en el cliente/paciente más que en el producto. El producto que tú tienes (da igual de cuál se trate) lo tienen otros muchos establecimientos (farmacias, parafarmacias, tiendas específicas de cuidado personal y belleza…) pero a tu cliente solo le tienes tú. Cuídale y haz que vuelva. El beneficio no está en la visita de un día, sino en la recurrencia de esa visita y en que tenga tu farmacia en su cabeza como referencia de bienestar completo.
4. Cuida a tu equipo y tu equipo cuidará de tu farmacia. (Es decir, de ti y tus intereses). No importan si tu “equipo” está compuesto por 1 persona o por 25. Esas personas que no eres tú es lo que cada cliente/paciente ve cada vez que entra en la farmacia, y de cómo traten ellos a tu público dependerá que vuelvan o no.
No se trata solo de darles responsabilidades paulatinamente (como la ansiada “delegación de funciones”), sino también de “empoderarles” y de que sienta como suyo -dentro de las posibilidades- tu proyecto).
5. Saca pecho y recupera el orgullo del farmacéutico. La tendencia de los últimos años a aumentar el porcentaje de la venta libre sobre la receta clásica (por cuestiones obvias de rentabilidades); no te hace menos profesional. Es más, debes estar seguro de que el hecho de dar ese consejo farmacéutico hace que puedas aumentar tu venta libre mediante el consejo y la “educación” al paciente/cliente.
Cuida a la gente que acude a tu farmacia y mímales explicando mediante la venta-consejo por qué esto es mejor que aquello o va mejor combinado con lo otro. Que no te de vergüenza vender. Vender es cubrir la necesidad de alguien.
[A este respecto recordamos el artículo que publicábamos en este mismo blog en noviembre de 2015: “Vender, ¿arte o artimaña?” https://www.farmatalent.com/blog/vender-arte-o-artimana/]
En FARMATALENT nos encanta que los proyectos lleguen al éxito deseado y por eso tratamos de ayudar con estos 5 puntos sobre los que reflexionar. Sin embargo, a menudo se comete el error de haber llegado al objetivo y olvidarse del proyecto de éxito en el que tantos esfuerzos y quebraderos de cabeza hemos invertido… Craso error. El mundo de la farmacia está en constante movimiento y nosotros debemos estarlo también. Si no nos movemos, nos mueven, y no es esa la idea.
-Felices éxitos. Presentes y venideros-